Resumen de "La sombra del espía" de Juan Jacobo Bajarlía | Cuento policial

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RESUMEN de "La sombra del espía" de Juan Jacobo Bajarlía

El narrador abre el relato con una aclaración: encontró esta historia en un manuscrito apócrifo del siglo I, un texto enigmático sobre espías que vivían para destruirse a sí mismos. La versión que leemos es una adaptación moderna, ambientada en un escenario de espionaje contemporáneo, pero atravesada por una lógica circular y delirante.

El protagonista, un veterano agente secreto, recibe una orden en apariencia sencilla pero perturbadora: debe asesinar a un espía idéntico a él. Su jefe le entrega una pistola Colt y un pequeño espejo como única herramienta de identificación. El blanco es "alto como usted, con su misma edad, su color de ojos, su manera de ser y hasta su cicatriz sobre la ceja derecha".

A pesar de su experiencia y su pasado intachable en el servicio de contraespionaje, el narrador comienza a desmoronarse psicológicamente. Sospecha de todos, incluso de sí mismo. Busca en bares, puertos y clubes nocturnos a alguien que se le parezca, mientras repite mecánicamente las instrucciones recibidas: “Guíese por usted mismo. El espía debe morir”.

La tensión mental crece cuando empieza a dudar si el objetivo no es él mismo, si no está destinado a eliminarse. La frase encontrada en un antiguo libro (“El hombre fue creado a imagen de un espía para imitar y destruir su propia sombra”) se le queda grabada. Lo consume la angustia de su propia duplicación.

La historia se desarrolla entre delirios, citas fragmentarias y escenas de tensión casi onírica. Giselle, su pareja, también parece estar implicada en esa red de vigilancia. Ella repite en sueños la misma frase del jefe: “Lo vas a reconocer en seguida. Tiene tu manera de ser”. Incluso el gato de Giselle se vuelve un presagio inquietante.

En una escena final cargada de suspenso, el protagonista descubre una habitación secreta que tenía prohibido abrir. Allí, finalmente encuentra a su doble: un hombre idéntico, con su misma cicatriz, sus mismos gestos y una Colt apuntando hacia él. Ambos disparan al mismo tiempo. El espía cumple la orden, pero también recibe la muerte.

El cuento cierra con una frase que resume toda la paradoja: “Disparé contra el espía y sentí un dolor en las entrañas. El espía también había disparado contra mí. Volví a gatillar, un espejo parabólico”. La oscuridad se vuelve “resplandeciente”, en un desenlace tan poético como inquietante.