Resumen de “Nido de avispas" de Agatha Christie | Cuento policial

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RESUMEN de “Nido de avispas" de Agatha Christie

La historia comienza con John Harrison, un hombre reservado y algo lúgubre, disfrutando del atardecer en su jardín. La calma se ve interrumpida por la inesperada visita de Hércules Poirot, el famoso detective belga. Aunque Harrison lo recibe cordialmente, se sorprende cuando Poirot revela que está allí por negocios… para prevenir un asesinato que todavía no ha ocurrido.

Poirot explica que prefiere anticiparse a los crímenes antes que resolverlos después. Harrison lo toma con escepticismo, pero Poirot insiste: tiene razones para creer que esa misma noche alguien intentará cometer un asesinato en esa misma casa.

El detective se interesa por un nido de avispas en el jardín que, según Harrison, será eliminado esa noche por Claude Langton, un joven que vendrá con su inyector de petróleo para destruirlo. Poirot menciona otro método más peligroso: el cianuro de potasio, lo que incomoda a Harrison. A continuación, Poirot revela que esa tarde, en la farmacia local, vio que Claude Langton compró precisamente ese veneno.

Poco a poco, Poirot deja entrever sus sospechas: Langton había sido el prometido de Molly Deane, la joven que ahora está comprometida con Harrison. ¿Será que Langton no ha superado la ruptura? ¿Es capaz de cometer un crimen por celos? Harrison se molesta por estas insinuaciones y defiende la honorabilidad de Langton. Poirot, sin embargo, insiste en que el odio puede esconderse incluso bajo las mejores apariencias.

Poirot se retira temporalmente, pero promete volver a las nueve. Cuando regresa, se cruza con Langton saliendo de la casa. El joven se muestra nervioso, dice que solo ha venido a charlar con Harrison y no ha destruido el nido. Poirot entra entonces al jardín y encuentra a Harrison aparentemente tranquilo.

A través de una conversación meticulosa, Poirot revela la verdad: había cambiado subrepticiamente el contenido del bolsillo de Harrison durante su visita anterior, sustituyendo un frasco con cianuro por uno con carbonato sódico (sustancia inocua). Luego, delante de Harrison, demuestra cómo se comportan las avispas ante el verdadero veneno. Las avispas mueren… pero no de inmediato, y eso hace reflexionar a Harrison.

Poirot expone su deducción final: Harrison había planeado envenenarse con cianuro frente a Langton, haciendo que pareciera que él lo había asesinado. Como Langton fue quien compró el veneno, habría sido el principal sospechoso. Harrison, enfermo terminal, había decidido morir vengándose de quien consideraba su rival y del amor que había perdido.

Pero Poirot, que había observado todo —desde la compra del veneno hasta el cambio en la relación entre Langton y Molly—, llegó a tiempo para detener el plan. Al final, Harrison confiesa su enfermedad, admite sus sentimientos de odio y, conmovido por la intervención de Poirot, agradece haber sido detenido antes de cometer el crimen.