RESUMEN | 'Aquel Cuadro' de Elsa Bornemann

Este cuento es la tercer historia del libro "Socorro" de Elsa Bornemann.

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Resumen de "Aquel Cuadro"

Hilario Cuevas encuentra un viejo cuadro mientras revisa los objetos olvidados sobre el ropero de sus padres. Es un óleo pintado por su madre, Irene, hace 50 años, cuando ella soñaba con ser artista plástica. En la pintura se ve una   casa estilo Tudor con un jardín florido y un muchacho manejando una hoz. Emocionado, Hilario decide colgarlo en su cuarto para verlo todas las noches.

Al contemplar el cuadro, recuerda con cariño a su madre, quien falleció un mes antes, y se siente conmovido por el inesperado regalo que parece haberle dejado. Sin embargo, las cosas toman un giro extraño cuando, una noche, cree ver cómo una de las cortinas del primer piso de la casa pintada se abre. Hilario atribuye esto al cansancio, pero al día siguiente nota que la cortina sigue abierta. Para su horror, detrás de ella aparece una niña que parece pedir auxilio, seguida de una mujer que se le parece.

Hilario intenta ignorar lo que ocurre, pero cada vez que mira el cuadro, más ventanas del primer piso se abren, mostrando a otros miembros de la familia, todos desesperados y aterrados. Asustado, decide investigar el origen de la pintura. Recuerda que su madre vivió su infancia en otro barrio, así que camina hasta allí y encuentra la casa del cuadro. Aunque está envejecida y transformada en un jardín de infantes, reconoce su diseño.

Al hablar con la portera, descubre que, hace 50 años, esa casa perteneció a la familia Dubatti, cuyos cuatro integrantes fueron asesinados brutalmente. El caso nunca fue resuelto. Hilario vuelve a casa con el corazón lleno de inquietud y decide observar el cuadro con más atención. Para su sorpresa, la silueta del jardinero que antes aparecía en el óleo ha desaparecido.

Asustado, revolea el cuadro, que cae al suelo y se rompe. Dentro del marco, Hilario encuentra un papel con un mensaje oculto escrito por su madre cuando tenía 12 años. En la nota, Irene revela que presenció el asesinato de la familia Dubatti y que el culpable fue el jardinero de la casa. El asesino la amenazó con matarla si contaba lo que había visto, y que por eso decidió esconder la confesión dentro del cuadro que pintó.

De repente, Hilario siente la presencia del jardinero detrás de él. El hombre, ahora envejecido, ha salido del cuadro para terminar lo que dejó pendiente con Irene. Aunque Hilario ruega por su vida y jura destruir la nota, su corazón no soporta el terror y muere de un ataque cardíaco justo antes de ser atacado por la hoz del jardinero.

Días después, la policía considera la muerte de Hilario como el resultado de una locura desencadenada por la pérdida de su madre. Nadie da importancia al cuadro, que termina siendo descartado junto con otros objetos sin valor.