RESUMEN y ANÁLISIS de 'A don Nicanor Paredes' de Jorge Luis Borges

todomenosleer
2 days ago
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En esta página vas a encontrar un resumen completo y un análisis literario detallado de la milonga 'A don Nicanor Paredes', con explicaciones claras sobre los personajes, los temas principales y los símbolos más importantes.

Este contenido está pensado para ayudarte a entender mejor la obra de Jorge Luis Borges, ya sea que estés preparando un trabajo escolar, estudiando para el colegio o simplemente disfrutando de su literatura.

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RESUMEN de 'A don Nicanor Paredes' de Jorge Luis Borges

La milonga comienza con un rasgueo de guitarra y el permiso del auditorio, como si el cantor estuviera en una rueda de amigos. Con ese tono tradicional, el poeta anuncia que va a cantar en homenaje a don Nicanor Paredes, figura emblemática del barrio de Palermo. Aclarando que nunca lo vio enfermo ni muerto, lo evoca con paso firme, pisando su barrio con autoridad.

Aparece la descripción física: bigote gris, ojos brillantes y un cuchillo oculto cerca del corazón. Ese cuchillo, símbolo de su tiempo, está relacionado con alguna desgracia pasada, quizás en una riña por juego o una disputa casual. El narrador lo recuerda como un caudillo, probablemente activo en los tiempos difíciles de fines del siglo XIX. Destaca su melena lisa y fuerte, su presencia imponente como de toro, su chalina sobre el hombro y un anillo de oro como emblemas de su estilo.

El poema también menciona a los hombres que lo rodeaban, como Juan Muraña o “el Chileno”, conocidos por su coraje sereno. Si entre ellos surgía algún conflicto, Nicanor lo resolvía con firmeza, ya sea con la voz o con el talero (una fusta). Era un hombre equilibrado, de ánimo parejo, tanto en los buenos como en los malos momentos, y tenía una sabiduría criolla, como lo indica el refrán que cita: “en casa del jabonero, el que no cae se resfala”.

También sabía contar historias, “sucedidos”, acompañado de la vihuela, y sus relatos evocaban lugares y tiempos ya perdidos: las casas de Junín, las carpas de Adela. El poeta lamenta su muerte, porque con él se apaga una parte importante de la memoria del viejo Palermo, ese barrio de baldíos y cuchillos, hoy desvanecido por el paso del tiempo.

El poema concluye con una pregunta nostálgica y afectuosa: ¿qué hará don Nicanor en el cielo, en un lugar sin caballos, vino, truco ni flor?. La muerte se presenta no como tragedia sino como desacomodo, como si al compadrito le faltaran los elementos esenciales de su identidad.

ANÁLISIS de 'A don Nicanor Paredes' de Jorge Luis Borges

La milonga como forma y homenaje

Este poema es una milonga criolla, forma poética que Borges utiliza para recuperar la tradición oral del arrabal. La voz que narra es la de un cantor que habla desde la memoria popular, con lenguaje coloquial y musical, lleno de cadencia y refranes. El uso del verso octosílabo, las imágenes del cuchillo, el barrio, el entrevero, y los juegos de cartas y dados, colocan la escena en el universo del compadrito del siglo XIX.

Nicanor como figura mítica del barrio

Don Nicanor Paredes no es tanto un personaje con biografía concreta como un símbolo: representa al guapo respetado, al líder de barrio, al hombre de códigos no escritos pero firmes. Su cuchillo no es un arma ofensiva, sino un emblema de una época en la que el coraje, el respeto y la palabra importaban más que la ley.

Borges lo evoca como si todavía viviera: lo ve caminar, hablar, intervenir con autoridad. De ahí el uso de verbos en presente (“lo veo con paso firme”), que acentúan la vitalidad del recuerdo. La muerte no borra su presencia, pero sí pone en duda qué lugar puede tener un hombre así fuera de su contexto.

El barrio como espacio de identidad

Palermo, para Borges, no es solo un barrio: es una patria íntima, un escenario mítico donde se construyen las leyendas personales. Nicanor es Palermo, y con su muerte desaparecen también los códigos, los baldíos, los duelos, los personajes. El poema no es solo un retrato individual, sino un lamento por la desaparición de un modo de vida.

La nostalgia borgeana

Borges nunca idealiza completamente a estos personajes: los muestra con admiración, pero también con distancia crítica. Sin embargo, en este poema la nostalgia domina. La pregunta final —“¿Qué hará usted, don Nicanor, en un cielo sin caballos, sin vino, retruco y flor?”— es más que una broma afectuosa: es una reflexión sobre el desarraigo del hombre cuando se le quita el mundo que lo definía.