RESUMEN | 'El matadero' de Esteban Echeverría | Resumen y análisis
- todomenosleer

- Apr 22
- 6 min read
Updated: May 21
Si quieren leer la historia, les dejo el link a un pdf:
Si necesitan la BIOGRAFÍA del autor, Esteban Echeverría ---> Click ACÁ
Si quieren saber más acerca del ROMANTICISMO ---> Click ACÁ

Resumen de "El Matadero"
El relato comienza describiendo la escasez de carne en Buenos Aires durante la cuaresma, debido a las restricciones impuestas por la Iglesia. Los abastecedores, alineados con el gobierno federal y la Iglesia, solo proveen ganado para niños y enfermos, lo que genera malestar entre la población, especialmente entre los "herejotes" que desafían estas normas. Una fuerte lluvia e inundación agravan la situación, y los predicadores federales atribuyen el desastre natural a los pecados de los unitarios, enemigos políticos del régimen.
Tras quince días sin carne, llegan cincuenta novillos al matadero de la Convalecencia, provocando júbilo entre los carniceros y federales. El primer novillo es ofrecido al Restaurador (Juan Manuel de Rosas), líder del gobierno federal. La matanza de los animales se describe con crudeza, destacando la violencia y el caos del lugar, donde carniceros, niños, negras achuradoras y perros compiten por las achuras. El ambiente es grotesco, lleno de gritos, peleas y brutalidad.
Un toro, confundido inicialmente con un novillo, se resiste a ser sacrificado. En el forcejeo, un niño resulta degollado accidentalmente por un lazo. El toro escapa y causa estragos en su huida, incluyendo la humillación de un inglés que queda atrapado en el barro. Finalmente, el animal es capturado y sacrificado por Matasiete, un carnicero federal, quien es celebrado por su ferocidad.
La historia toma un giro oscuro cuando un joven unitario (opositor al régimen federal) pasa cerca del matadero. Los federales lo identifican por su apariencia y lo atacan. Matasiete lo derriba de su caballo y lo arrastra a la casilla del matadero, donde es torturado y humillado. Le cortan las patillas, lo insultan y lo someten a vejaciones. El joven, lleno de rabia, se resiste con dignidad, pero finalmente muere de un colapso provocado por la furia y la violencia. Los federales, indiferentes, abandonan el lugar, dejando claro que el matadero es un símbolo de la barbarie y la opresión del régimen rosista.
El relato concluye criticando la federación impuesta por Rosas, mostrando cómo los carniceros del matadero, brutales y fanáticos, son los encargados de propagar su ideología a través del terror y la fuerza. La obra expone la crueldad del sistema y la degradación moral de sus partidarios.
“El matadero”: un texto fundacional
El Romanticismo en la literatura argentina

En el ensayo mencionado, David Viñas puntualiza los factores que contribuyeron a la formación de la generación romántica, y, a la vez, las características distintivas de su literatura. Veamos algunas de ellas:
El contexto político, dominado por el rosismo, que permite a los autores ver el país desde el destierro, añorarlo, magnificarlo y poetizarlo. Dos obras de Echeverría dan testimonio de ello: La cautiva, obra lírica que poetiza el desierto rústico y amenazador, y “El matadero”, donde se complementan lo pintoresco y lo salvaje. La pampa ilimitada y la naturaleza desbordada operan en la literatura como símbolos de libertad; sin embargo, en el romanticismo rioplatense se equipararán a lo bárbaro, a lo salvaje.
El Romanticismo impacta en la literatura del Río de la Plata generando un desarrollo del color local, es decir, de la representación de los rasgos propios y particulares de una región. Esta representación fue acompañada por una serie de postulaciones sobre la literatura nacional, creada alrededor de un tipo particular de héroe perseguido e incomprendido, también característico de la literatura romántica europea. Estos héroes se presentaban como modelos de liberación frente a una realidad hostil y frente a un enemigo autoritario. En “El matadero”, la liberación le llega al joven unitario a través de la muerte, su destino termina siendo trágico. Este enemigo de tipo autoritario se ajusta a la figura de Rosas.
Los románticos observaban que la literatura no se apartaba del español de la península. Se produce, entonces, una valoración de la lengua local y un llamamiento a que esta se refleje en las obras literarias, a manejar el idioma local con libertad. Viñas advierte también sobre la contradicción de esta actitud romántica: por un lado, estos autores pregonaban un americanismo literario; por otro, “un antiamericanismo político”, presente en el rechazo a las formas locales de la política y en la adhesión a la idea de progreso propia de los centros de poder europeos y de los Estados Unidos.
Civilización y barbarie
La contradicción mencionada anteriormente se pone de manifiesto en la conocida obra de Domingo Faustino Sarmiento, Facundo, que explicitará la oposición “civilización o barbarie”, asignando el primer término a lo europeo y el segundo a lo americano. Esta confrontación dará origen a otros pares de opuestos: Buenos Aires / las provincias; ciudad / desierto; progreso / estancamiento; libre comercio / monopolio; colonos europeos / gauchos.
El pensamiento de Sarmiento se identificó con los ideales de los unitarios, es decir, lo que para él correspondía al concepto de civilización. Los federales eran los bárbaros. Como respuesta, Rosas calificaba como “salvajes” a los unitarios.
Discusiones en torno a “El matadero”
“El matadero” ha sido objeto de diversos análisis en relación con su clasificación genérica. Para algunos teóricos de la literatura se trata de un cuadro de costumbres, ya que el relato se centra en la descripción minuciosa del matadero del Alto, las tareas que allí se realizaban y sus trabajadores. Para otros, el texto de Echeverría es un cuento, considerando la construcción de un universo ficcional.
En cuanto a su interpretación, la obra puede analizarse también como una alegoría. En este sentido, el matadero sería una representación simbólica del país sumido en la violencia. Esto se evidencia, por ejemplo, en el siguiente pasaje del texto:“Simulacro en pequeño era este del modo bárbaro con que se ventilan en nuestro país las cuestiones y los derechos individuales y sociales”.
A partir de esta alegoría, podemos decir que el Juez representaría a Juan Manuel de Rosas, quien ejerce su poder a través de la Mazorca, representada en el texto por Matasiete.
Otra cuestión en torno a la obra de Echeverría que da lugar a diversos análisis es su relación con el naturalismo. Si bien, como hemos visto, la obra se ubica dentro del Romanticismo rioplatense, podemos reconocer en “El matadero” rasgos de la estética naturalista:
La descripción de imágenes grotescas que buscan impresionar al lector, asociadas, por ejemplo, al color y el olor de elementos como la sangre o el barro. Estas descripciones aparecen acompañadas por las acciones brutales de los personajes, tanto en el episodio del toro como en la tortura al joven unitario.
La escritura de un texto literario con el fin de analizar la realidad. Echeverría busca con su relato dar cuenta del proceder del rosismo y las masas populares afines a él.
La ironía
Uno de los recursos empleados por Esteban Echeverría en “El matadero” es la ironía. A través de este recurso, el autor pone de manifiesto su crítica contra Rosas y sus instituciones, sobre todo la Iglesia y la Mazorca.
La ironía consiste en un uso figurativo del lenguaje en el que las palabras se emplean con la intención de sugerir un significado opuesto al enunciado. Por ejemplo, el narrador de “El matadero” exclama: “¡Qué nobleza de alma! ¡Qué bravura en los federales! Siempre en pandilla cayendo como buitres sobre la víctima inerte”. Si seguimos la definición de ironía, se hace evidente que la valoración de los federales que intenta transmitir Echeverría es contraria a los conceptos de “nobleza” y “bravura”; por el contrario, se nos muestra que los personajes actúan de modo cruel o salvaje, y con la cobardía que implica realizar acciones en masa o bajo el amparo de un superior, como el Juez del matadero.
El fragmento citado pertenece a la voz del narrador. Pero en “El matadero” podemos observar cómo las voces de los personajes emplean también la ironía. Veamos un ejemplo.
En el episodio previo a la muerte del unitario, este personaje entra en un diálogo con el grupo de federales. En estas voces se remarca el enfrentamiento de dos ideologías opuestas y de qué modo el autor busca hacer hincapié en el maltrato de los federales hacia su víctima. Cuando el joven unitario pregunta: “Infames sayones, ¿qué piensan hacer de mí?”, el Juez, en representación de los federales, responde sonriendo: “¡Calma! (…); no hay que encolerizarse. Ya lo verás”. La ironía se manifiesta aquí en la imposibilidad de mantener la calma ante la tortura física y verbal que, en realidad, buscaba provocar la cólera o la rabia del unitario hasta su muerte.
Por otra parte, la proliferación de voces de los federales destaca el carácter multitudinario de la “chusma” del matadero, sometida a la causa del tirano, en oposición a la individualidad racional y valiente de la voz única del joven unitario. Los comentarios soeces y la indiferencia general frente a la muerte del unitario, así como hacia el incidente del niño, dejan en claro la postura ideológica del narrador y su opinión sobre los federales.
Ante la muerte del unitario:
“Verificaron la orden; echaron llave a la puerta y en un momento se escurrió la chusma en pos del caballo del Juez cabizbajo y taciturno”.
Ante la muerte del niño:
“Una parte se agolpó sobre la cabeza y el cadáver palpitante del muchacho degollado por el lazo, manifestando horror en su atónito semblante, y la otra parte, (…), se escurrió en distintas direcciones en pos del toro, vociferando y gritando”.








Comments